El 22 de julio de 1894 nació Maria Sabina Magdalena en el pequeño pueblo de Huautla de Jiménez, en la sierra de Oaxaca, México.
Indiscutiblemente este ser vino a sacudirnos y a expandir la conciencia humana; fue un pilar fundamental en la ola psicodélica de los años sesenta.
Jamás abandonó su esencia, indígena, humilde y sin ninguna intención de lucro, se convirtió en la primera profeta del hongo psicodélico conocida para la cultura occidental y en este artículo hablaremos de ello.
En algunos círculos se le conocía como “la abuelita”, por su conocimiento y tradicionalismo en las ceremonias sagradas con hongos alucinógenos. Sobre sus rituales se realizó la primera documentación extensa sobre estas ceremonias nativas.
Sin buscarlo y sin quererlo, su trabajo vinculó el misticismo de los hongos mágicos con el mundo científico, por lo que hoy en día su nombre es reconocido internacionalmente.
Así que hoy conmemoramos su 128º aniversario de nacimiento con este artículo para contarte un poco más su historia y su legado.
Maria Sabina nació el 22 de julio de 1894, en una familia humilde de campesinos y comerciantes mazatecos en Huautla de Jiménez, Oaxaca, donde creció con su madre, su hermana menor y sus abuelos. Ella nunca aprendió la lengua española, únicamente hablaba mazateco y tampoco aprendió a leer o escribir.
Su fascinación por los hongos psilocybe comenzó a los 7 años, después de accidentalmente ingerirlos. Nunca abandonó su práctica, tuvo 7 hijos en dos matrimonios distintos. Su primer matrimonio fue arreglado a los 14 años y ambos fueron trágicos a su manera.
Posteriormente, después de curar a su hermana de una enfermedad desconocida, comenzó sus prácticas como curandera.
A partir de ahí, su nombre comenzó a sonar en su comunidad, tanto que la gente comenzó a ir con ella para ser curada de diferentes enfermedades que parecían no tener remedio.
Mientras tanto, en Estados Unidos, una pareja de filántropos interesados en las sustancias psicodélicas, emprendieron varios viajes a México basándose en rumores sobre estas experiencias. Eventualmente en uno de sus viajes, Robert Gordon Wasson, un banquero de profesión y micólogo de hobby, junto con su esposa Victoria, llegaron al pueblo de Huautla de Jiménez.
Al presentarse con Maria Sabina, ella se negó a realizarles una ceremonia pues no compartían su cultura ni su cosmovisión, y ella era muy tradicional con sus rituales sagrados y los realizaba con fines específicos que no contemplaban como tal una experiencia recreativa para la expansión de conciencia.
Después de un tiempo, Wasson logró convencerla por medio de mentiras y así participaron en uno de sus rituales.
En 1957, dos años después de su primer encuentro con Maria Sabina, R.G. Wasson publicó un artículo en la revista estadounidense LIFE, narrando la experiencia y compartiendo fotos de su viaje y de la vida de la curandera.
El artículo fue muy controversial y alcanzó a muchos millones de lectores en occidente, y ese mundo místico de los hongos mágicos se convirtió eventualmente en una curiosidad popular.
Los documentos registrados exhaustivamente por Gordon Wasson, son hoy en día los documentos fundamentales de la etnología mexicana y por ellos conocemos este lado místico y esta cultura.
En 1962, Wasson llevó a Albert Hofmann, quien había creado el LSD algunos años antes, a que conociera a Maria Sabina y probara esta otra sustancia psicoactiva por sí mismo. Al poco tiempo, Hofmann identificó la psilocibina como el compuesto psicoactivo de los hongos Psilocibe y pudo reproducir la molécula en su laboratorio para que la comunidad científica comenzará a estudiar sus efectos.
Recordemos que en estas épocas, el movimiento hippie de los sesenta empezaba y, al poco tiempo, este lugar sagrado y lleno de tradiciones, se convirtió un foco de turismo que atrajo a artistas famosos, y a miles de personas de todo el mundo, en búsqueda de un viaje psicodélico. Eventualmente la cultura occidental se apropió de la experiencia, dejando en el olvido la tradición mazateca e ignorando los poderes curativos para los que lo intencionaban ellos.
Ahora, Huautla de Jiménez era un sitio hippie más, donde las personas se intoxicaban en las calles y donde la medicina sagrada era cada vez más escasa. Esto provocó mucho descontento por parte de la comunidad y Maria Sabina fue señalada como la responsable. Tal era el resentimiento, que prendieron fuego a su casa en más de una ocasión.
Maria Sabina se convirtió en una víctima del movimiento, y de la fama que adquirió sin jamás sospechar que su encuentro con Wasson derivaría en ello.
Muchas personas se aprovecharon de que no hablaba el idioma; su familia cobraba por sus servicios sin que ella recibiera nada; se le grabó un documental sobre sus ceremonias sagradas; R.G. Wasson escribió varios libros sobre ella y su trabajo, grabó y tradujo sus cantos sin su consentimiento, y a pesar de ello, Maria nunca obtuvo ninguna remuneración.
Finalmente, en sus últimos años de vida, Maria comenzó a tener problemas de salud hasta que a sus 91 años, falleció en su casa en Huautla de Jiménez.
A pesar de la aparente tragedia que determinó su vida, María Sabina nunca dejó de abogar por los “niños santos” y su potencial para sanarnos.
Energías como la suya no se presencian a menudo. Su cause se convirtió en estandarte del movimiento de la contracultura y el impacto que tuvo sigue disrumpiendo hoy la medicina tradicional en favor de la medicina integrativa, sanando la mente para sanar el todo.
Mago es quien logra focalizar su energía hacia compartir y esparcir la iluminación propia; maga fuiste María Sabina y te damos las gracias con uno de los cantos mazatecos que nos impartiste:
«Cúrate mijita, con la luz del sol y los rayos de la luna.
Con el sonido del río y la cascada.
Con el vaivén del mar y el aleteo de las aves.
Cúrate mijita, con las hojas de la menta y la hierbabuena, con el neem y el eucalipto.
Endúlzate con lavanda, romero y manzanilla.
Abrázate con el grano de cacao y un toque de canela.
Ponle amor al té en lugar de azúcar y tómalo mirando las estrellas.
Con los besos que te da el viento y los abrazos de la lluvia.
Hazte fuerte con los pies descalzos en la tierra y con todo lo que de ella nace.
Vuélvete cada día más lista haciendo caso a tu intuición, mirando el mundo con el ojito de tu frente.
Salta, baila, canta, para que vivas más feliz. Cúrate mijita, con amor bonito, y recuerda siempre…
¡Tú eres la medicina!!«
Referencias:
- Casa de la Cultura Oaxaqueña. (2016). “Maria Sabina”. Indelebles no. 20. Disponible en: https://www.oaxaca.gob.mx/cco/wp-content/uploads/sites/31/2016/08/Indelebles20.pdf
- Rodríguez Venegas, Citlali. (2017). “Mazatecos, niños santos y güeros en Huautla de Jiménez, Oaxaca”. México, CDMX: Universidad Nacional Autónoma de México, Coordinación de Estudios de Posgrado. Disponible en: https://www.posgrado.unam.mx/publicaciones/ant_col-posg/76_mazatecos.pdf
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